Las profesionales hacen un llamado a prepararse, apoyarse mutuamente y confiar en las capacidades propias.
A pesar de estar en el siglo XXI, las mujeres todavía experimentan la marginación profesional, sobre todo, cuando de carreras STEM se trata. Dicha discriminación proviene de varios factores sociales, culturales y estructurales, prejuicios que comienzan a darse en las niñas desde una edad temprana.
Si bien es cierto se ha venido trabajando para reducir las brechas de género, todavía hay disparidades como el hecho de que las mujeres tienen menos oportunidades por ocupar ciertas posiciones, ganan menos e incluso constantemente sus capacidades son cuestionadas, tal como quedó plasmado en el Foro de Mujeres STEM de Fidélitas.
Luchar contra la voz interna
“Una atemorizante voz interna de no soy suficiente, se van a dar cuenta que no soy tan buena como ellos creen o soy la única mujer o la más joven en una expedición por los polos o por los océanos, fueron los miedos que me hicieron temblar más de una vez”, señaló la Ing. Melania Guerra, PhD., directora de estrategia científica, Planet.
Esta destacada ingeniera mecánica, que trabajó para el Centro Espacial Johnson de la NASA y luego obtuvo su Maestría y Doctorado en Oceanografía en la Universidad de California, asegura que lo primero que tuvo que comenzar a superar, fue el negociar con esa voz interna que la auto saboteaba, y comenzar a reforzar su autoestima y confianza para poder asumir los retos y oportunidades que se le presentaban.
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Olvidarse del qué dirán
La Ing. Alejandra Alpízar, gerente de Manufactura para Intel en Costa Rica, coincidió en que su principal problema al inicio de su carrera, fue autocriticarse dura e inmerecidamente.
“Uno se auto boicotea por darle mente a lo que pensarán los demás de uno. Por eso hay que aprender a creérsela para tener confianza y seguridad en una misma”, detalló Alpízar.
En su caso, a Alejandra le tocó ser la única mujer estudiando electrónica en un grupo de hombres, ser la única mujer en el trabajo, la única de Latinoamérica, pero resalta que se ha encontrado con mujeres profesionales apoyándola en su camino camino STEM.
Hoy Alejandra, quien resalta que la pasión por lo que hace es su principal propulsor, es responsable de la operación 24×7 del ensamblaje y prueba de microprocesadores de alta tecnología, además de liderar a un equipo de unas 1000 personas directas e indirectas.
La sororidad es clave
“Todas pasamos por esa situación de inseguridad, de falta de reconocimiento cuando se forma parte de equipos eminentemente masculinos”, aseguró la Hazel Ávila Espinoza, egresada del MBA de la Universidad Fidélitas, que busca empoderar a los costarricenses para que puedan optar por posiciones internacionales en las multinacionales.
Hazel asegura que su avance profesional lo ha logrado porque ha sido apoyada y acuerpada principalmente por mujeres que la han empujado hacia adelante, factor imprescindible para que más féminas sigan escalando y ocupando posiciones ejecutivas.
Actualmente es gerente en Corporación Intel de Costa Rica, encargada de liderar una organización global con más de 100 personas bajo un modelo de recursos híbridos.
Creérsela para avanzar
Katherine Fernández, Gerente de Programas de TI en el área de seguridad de la información en Microsoft, tuvo una experiencia muy similar. Destacando desde muy joven por su liderazgo y esfuerzo, tuvo que romper barreras para convertirse en la profesional que es actualmente.
“Cuando era muy joven y comencé a trabajar para una empresa, experimenté, a priori, el menosprecio masculino por mi capacidad intelectual”, comentó Fernández.
No obstante, para sorpresa de todos mis compañeros, siendo muy joven y la más nueva en aquel trabajo, obtuve un 100 de calificación en una prueba que me permitiría ascender a una mejor posición y convertirme en la “coach” del resto de compañeros,
También fue la única mujer en un aula llena de hombres estudiando CISCO, lo cual la hizo tener que trabajar el doble y hacer las preguntas que ellos no se atrevían a hacerle al profesor por orgullo.
“Las mujeres debemos ser más justas con nosotras mismas, reconociendo lo que logramos día a día”, enfatizó Fernández, quien actualmente cursa la Maestría Profesional en Gestión de la Tecnología en Fidélitas.
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Las carreras no tienen género
Por su parte, Priscilla Brenes Ulloa, destacada estudiante de Ingeniería en Sistemas de Computación en Fidélitas, una de las ganadoras de la Beca ing.Sandra Cauffman, asegura con contundencia que “las mujeres tenemos que perder el miedo, olvidarnos que las carreras tienen género y más bien tomar como inspiración y motivación a aquellas que lo han logrado”.
Fidélitas impulsa un cambio
Una forma de abrir más oportunidades es brindar opciones para que más mujeres tengan acceso a la educación superior. En el caso de Fidélitas, ha puesto un abanico que incluye la educación virtual sincrónica y asincrónica para que las interesadas puedan elegir la modalidad que más le convenga a su situación personal, señaló Emilia Gazel, rectora de la Universidad, quien agregó que dentro de ese abanico hay técnicos y cursos de actualización.
Asimismo, recordó que impulsan a las jóvenes a estudiar carreras STEM por medio de la Beca ing. Sandra Cauffman y por medio de convenios con equipos de fútbol femeninos para que reciban una beca de estudio y otras iniciativas que Fidélitas impulsa a lo largo del año en colegios con los orientadores.
No es culpa tuya o de otras mujeres
Si bien es cierto, los estereotipos minan la confianza femenina, la solución no es culpar a las mujeres por su falta de seguridad, pues dicha brecha proviene de muchos elementos alrededor, como las limitaciones culturales que les inculcan, las explosiones de machismo que se dan constantemente, los espacios que les reducen en ambientes de trabajo, como cuando se les quita autoridad en una reunión o en mesas de toma de decisión, o se le limita el tiempo para hablar.
Soluciones y cambios en busca de más mujeres STEM:
- Sororidad: Recordá que las mujeres juntas son más fuertes.
- Pensar en grande: Soñar es gratis y es el principio de grandes proyectos para tu vida.
- Confianza: No debés tener miedo a exponer tus vulnerabilidades para obtener ayuda y tampoco debés castigarte por errar.
- Trabajo conjunto: La sociedad en general debe promover un entorno que alimente esa confianza, capacitando tanto a hombres, como mujeres, porque ambos son partes de la solución
- Desarrollo equitativo: Se deben diseñar puestos para que las mujeres como vos, puedan desarrollar su liderazgo.
- Metas altas: Vos podés ser una profesional con propósito, con objetivos de corto, mediano y largo plazo. Debés estar abierta a los cambios y mantenerte en educación continua, aprendiendo siempre.