Durante nuestra carrera laboral es muy probable que logremos ascender y obtener cada vez mejores puestos. Sin embargo, no todas las personas consiguen llegar a cargos gerenciales.
Un buen gerente debe contar con dos habilidades fundamentales: el liderazgo y la capacidad de tomar decisiones. Quien logra desarrollar estas habilidades puede conseguir un rápido crecimiento en su carrera laboral.
El liderazgo se refiere a la responsabilidad de coordinar y dirigir el trabajo de otras personas. Esta tarea supone retos importantes en las empresas del siglo XXI.
El informe Tendencias Globales de Capital Humano 2019 elaborado por la empresa Deloitte destaca nuevas necesidades de liderazgo, entre ellas la habilidad de liderar a través de la influencia, la habilidad de gestionar a distancia -lo cual se ha hecho patente con la actual pandemia- y la habilidad para gestionar una fuerza laboral compuesta por personas y máquinas.
Por otra parte, la toma de decisiones está presente en cada momento en el trabajo de un gerente. Algunas decisiones pueden pensarse bien y madurarse con el tiempo, pero otras deben tomarse en cuestión de minutos (como la decisión de realizar una inversión en bolsa, por ejemplo).
Quien toma decisiones debe hacerlo en un marco ético y asumir los riesgos y consecuencias, por lo que debe ser una persona muy segura de sí misma. Un gerente debe estar consciente del impacto que tiene cada decisión en la organización para la que trabaja.
La Universidad Fidélitas cuenta con la experiencia y el respaldo para formar gerentes capaces de innovar y formular estrategias de negocio para el buen desempeño de las empresas en la actualidad y, sobre todo, para formar líderes con un alto grado de responsabilidad en la toma de decisiones.
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