La ingeniera en sistemas que decidió convertirse en mujer STEM es ejemplo de que los estereotipos fueron hechos para romperse.
El camino profesional de la nueva subdirectora de las carreras de Ingeniería en Sistemas de Computación e Ingeniería en Seguridad Informática (Ciberseguridad) no ha sido sencillo al tener que enfrentar muchos obstáculos por ser mujer y provenir de una zona rural.
Desde que estaba en el colegio, su amor por la ciencia era innegable y siempre soñó con llegar a convertirse en genetista y desarrollar su trabajo cerca de los laboratorios. Sin embargo, el destino la puso al frente de una carrera que hoy es su pasión y motor profesional.
¡Una oportunidad inesperada llegó! Cuando se retó a realizar el examen de admisión del TEC (Instituto Tecnológico de Costa Rica) en 1996, nunca imaginó llegar a ser uno de los mejores promedios del país y que ganaría una beca del 100%. Eso le permitió elegir entre cualquiera de las tres carreras que ofrecía, en ese momento, la sede de San Carlos.
Aunque no era la que tenía en mente, aprovechó la oportunidad y decidió estudiar Ingeniería en Sistemas de Computación.
“En ese entonces, existía Ingeniería en Sistemas, Ingeniería en Agronomía y Administración de Empresas y uno tiene que tomar decisiones” expresó.
Ejemplo de éxito como mujer STEM
En el 2001, Adriana se graduó de la carrera de Ingeniería en Sistemas. Hoy recuerda con cariño que durante su vida universitaria fue la única mujer de su generación que llevaba bloque completo de materias. “Éramos 40 compañeros, y siempre eran equipos de hombres y yo” expresó entre risas.
La hoy subdirectora de Ingeniería en Sistemas considera que definitivamente se puede ser profesional en áreas que son “dominadas” por los hombres, e impulsa a que otras mujeres derriben esos estereotipos que les impide alcanzar sus sueños para que se profesionalicen en carreras STEM de alta empleabilidad.
Sin embargo, rescata el sentido de organización entre hombres y mujeres para un bien común como una fórmula que no funciona por separado. Durante sus estudios Adriana logró organizarse muy bien con sus compañeros de generación y ellos siempre la apoyaron.
Su amor por la carrera y la valentía de seguir adelante le ha permitido escalar en el ámbito profesional para seguir rompiendo el estigma de ser una mujer ingeniera, madre, ama de casa y hoy subdirectora de Ingeniería en Sistemas en U Fidélitas.
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