Ingeniera Industrial de la U Fidélitas lidera la gestión integral de la calidad en renombrada industria nacional
Ingeniera Industrial de la U Fidélitas lidera la gestión integral de la calidad en renombrada industria nacional
Carolina Cedeño, graduada de Ingeniería Industrial de la U Fidélitas, comparte su inspiradora historia de éxito y los desafíos que, desde su perspectiva como mujer en la ingeniería ha superado. Su trayectoria es un ejemplo para mujeres que buscan abrirse camino en esta área profesional.
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La Ing. Cedeño se caracteriza por la mejora continua en todos los ámbitos, actualmente cursa su segunda maestría y planea en el futuro estudiar Ingeniería Civil.
Carolina Cedeño es una destacada ingeniera industrial y gestora de Calidad, Inocuidad Seguridad y Ambiente en Vidriera Centroamericana (Vicesa), donde cumplió recientemente 12 años de laborar. Su historia de éxito no solo refleja su determinación y pasión por la ingeniería, sino la perseverancia de una mujer en la ingeniería que forjó su camino a través del optimismo y el firme compromiso “en que la ingeniería también debe permitir servir a los otros desinteresadamente”, indicó.
La ingeniera Cedeño es originaria de Tres Ríos y descubrió su pasión en el colegio, gracias a la práctica profesional que realizó en el ICE cuando concluía el Técnico Medio en Salud Ocupacional, donde incluso logró quedarse trabajando un año y seis meses. Como ella misma indica, “en todo ese tiempo me di cuenta de que yo quería eso, yo me veía con mis burros, mis jeans, con mi casco y ahí que me di cuenta de que la ingeniería era lo mío”, narró.
Determinación para sobreponerse a las dificultades
El camino no fue fácil, especialmente enfrentando estereotipos de género en su hogar. “Mi mamá soñaba con que estudiara Medicina, porque de pequeña a veces decía que quería ser doctora”, comentó Cedeño, pero también recuerda que cuando logró empezar la carrera y las notas la acompañaban, su madre volcó por completo su apoyo hacia ella.
Su familia no era adinerada y el primer impulso para ingresar a Ingeniería Industrial en la U Fidélitas vino de la beca que se le otorgó, pero había otra parte de la carrera que cubrir, así como los gastos asociados. “Recuerdo que estudiar se convirtió en un proyecto familiar, yo era la menor y hasta mis hermanos mayores aportaron y pues, fui la única a la que le dieron la oportunidad de ir a la universidad”, describió con gran satisfacción.
La formación de una mujer en la ingeniería
La etapa universitaria fue decisiva para Carolina. La U Fidélitas no solo le brindó una excelente formación académica, sino también un ambiente de camaradería y apoyo. “Para mí, la mejor experiencia, la que marcó mi vida, fue la universidad”, afirmó.
Durante este periodo vivió limitaciones económicas. “Mi familia fue muy clara, no podía darme lujos, solo estudio y pases, si había que comer en la universidad llevaba comida de la casa, además, solo iban a poder pagarme el bachillerato”, añadió Cedeño.
Aprovechó todas las herramientas que la U Fidélitas le proporcionó, lo que le permitió reafirmar que deseaba convertirse en una mujer en la Ingeniería Industrial. El ambiente universitario, con sus académicos y compañeros, fue clave para prosperar y seguir adelante; además, fue el espacio donde forjó amistades que la han acompañado a lo largo de su vida.
Primeros pasos en Vicesa: determinación y crecimiento
Cedeño realizó su proyecto de graduación en Vidriera Centroamericana (Vicesa), donde, gracias a su desempeño y dedicación, logró extender su estancia y obtener un contrato. Todo empezó con un compañero de carrera que ya trabajaba en Vicesa y a quien le consultó si había posibilidades y este la recomendó. “Me dieron la oportunidad de hacer el trabajo ahí, duré más del tiempo de la tesis, más de 4 o 5 meses, y ya el segundo mes me empezaron a dar viáticos”, recordó con agradecimiento.
Su camino en Vicesa no estuvo exento de retos. Al inicio, se sintió abrumada por las responsabilidades y desafíos, pero encontró apoyo en sus mentores, como la directora de Ingeniería Industrial de U Fidélitas de ese entonces, doña Alicia Munguía, con quien tuvo reuniones para buscar apoyo en momentos difíciles. “Ella me decía que las mujeres en la ingeniería somos de retos. Las ingenieras venimos a aportar mucho, venimos a salirnos del área de confort. Eso es la ingeniería, ir más allá”, recordó con una mezcla de agradecimiento y nostalgia por la ayuda recibida cuando ella más dudaba.
Durante su trabajo final de graduación la Ing. Cedeño supo que su sueño era trabajar en una planta industrial y con dedicación, esfuerzo y amor por su profesión lo consiguió.
Una mujer en la ingeniería que rompe barreras
El reto más grande fue alcanzar la certificación de la planta en el sistema FSSC 22000, un proceso que duró alrededor de 3 años y medio y del que ella fue la encargada. “El gerente de Gestión de Calidad estuvo conmigo; es un líder y me decía constantemente que ese era nuestro reto, pero a vos te toca planificar todo y vamos a ir de la mano”, recordó.
Asociado a este proceso enfrentó uno de sus mayores desafíos como mujer en la ingeniería: cambiar la cultura organizacional en una industria predominantemente masculina. Recuerda cómo, en medio de la tensión, vivió momentos muy difíciles. “Se me venía una lágrima y quizás no delante de la gente” apuntó. Sin embargo, eso la motivó a pensar en sacar lo mejor de su personalidad y señalarle a sus compañeros con autoridad lo que debían hacer.
También la obligó a pensar que, quizás, sus compañeros estaban acostumbrados a hacerlo todo de cierta forma; entonces, promover el cambio también era un reto para ellos, no solo para ella, lo que ponía en evidencia su empatía, algo que la acompaña en cada decisión profesional.
Todo esto la impulsó a pensar estratégicamente y a tomar las herramientas que aprendió en la U Fidélitas. “Utilicé los métodos más fáciles para comunicarme con personas que no son ingenieros, como semáforos de colores, entre otros, y empecé a ver que me estaba desgastando, no porque me hicieron sentir mal, sino porque yo misma veía todo como un mundo”, narró la ingeniera, para indicar que el autoconocimiento es fundamental en el ambiente laboral.
A partir de las estrategias implementadas y los reportes que generaba para los superiores, comenzó a notar cambios en la cultura y un menor desgaste para ella. “Todavía aplicó estrategias diferentes, hay gente de mucha edad, que son operadores muy profesionales y darles un chocolate, una palabra de motivación, pues para ellos es muy bonito”, comentó la ingeniera, quien logró junto a todo su equipo certificar la planta y convertirse en gestora de Calidad, Inocuidad, Seguridad y Ambiente, su puesto actual.
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Su apoyo a la comunidad de profesionales en ingeniería
Actualmente, la Ing. Cedeño también es parte de la Comisión de Ingeniería Industrial del CFIA, donde tiene cerca de 10 años de aportar al mejoramiento de los profesionales del área en diversos procesos relacionados con la validación de su perfil profesional.
Con su vocación de servir a otros en mente, Cedeño se ha dedicado en todos estos años en la Comisión a analizar las necesidades del campo laboral, brindar soluciones o recomendaciones en su formación, revisar reglamentos, promover giras técnicas o brindar cursos de actualización profesional que necesita ya una persona ingeniera una vez graduada.
Gracias a este apoyo, tuvo la oportunidad de visitar la NASA. “Estuvimos un grupo de diferentes comisiones, tuvimos la oportunidad de compartir con Sandra Cauffman y conocer distintos aspectos de esta organización”, narró con gran satisfacción.
Inspirando a otras mujeres para ingresar a la ingeniería
La Ing. Cedeño no solo ha sobresalido en su carrera profesional, sino que como mujer en la ingeniería también ha logrado equilibrar su vida personal. Actualmente, está cerca de convertirse en madre, y su experiencia durante el embarazo en Vicesa ha sido positiva, con el apoyo y la comprensión de sus colegas. “Creo que mi felicidad también ha sido, en parte, de ellos”, comentó.
Su objetivo es seguir creciendo profesionalmente mientras cuida de su familia. “Mi sueño es que mi hija, Inés Elena, sea ingeniera, pero en realidad mi apoyo será para que estudie lo que ella guste”, dijo con gran alegría.
Actualmente, continúa con su desarrollo profesional, con una segunda maestría en Gestión de Proyectos, un complemento ideal para su primer posgrado en Gestión Medioambiental. “Ya tenemos que ir pensando como ingenieros en cualquier área en la parte medioambiental”, afirmó, subrayando la importancia de la sostenibilidad en su campo.
Balanceando la vida profesional, académica y personal
Carolina Cedeño es un ejemplo claro de cómo la formación en la Mejor U en Ingenierías puede abrir puertas y transformar vidas. “U Fidélitas es una excelente universidad, me dio ese impulso inicial para sentirme exitosa”, comentó la ingeniera, agradecida por el apoyo y las oportunidades recibidas. Su historia es un ejemplo para encontrar vías para destacar como mujer en la ingeniería, pues demuestra que la determinación y la empatía son fundamentales para superar cualquier desafío y alcanzar el éxito.
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